El día de hoy, 13 de febrero de 2016, el Papa Francisco salió de las instalaciones de la Nunciatura Apostólica para asistir al primer compromiso de su agenda pública en la Ciudad de México como parte del Viaje Apostólico a nuestro país.

Después de un traslado de 14 kilómetros en vehículo descubierto, el Papa Francisco recorrió las primeras calles que bordean la plancha del Zócalo capitalino. En punto de las 09:30 horas descendió de su vehículo descubierto delante de la Puerta de Honor de Palacio Nacional donde lo recibieron el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el Lic. Enrique Peña Nieto, y su esposa, la señora Angélica Rivera de Peña.

El primer acto de la ceremonia de recibimiento fue la entonación del himno nacional mexicano y el himno del Estado Vaticano. Posteriormente, el presidente Enrique Peña Nieto presentó a la Comitiva Oficial de México, encabezada por el secretario de Gobernación, el Lic. Miguel Ángel Osorio Chong; el grupo estrechó la mano del Santo Padre. Al finalizar el paso de los participantes mexicanos fue el turno del Papa Francisco para presentar a la Comitiva Oficial de la Santa Sede, encabezada por S.E. Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de el Vaticano.

Tanto el presidente Enrique Peña Nieto como el Papa Francisco pasaron a saludar a la bandera mexicana y a la del Vaticano, gesto con el cual concluyó la ceremonia de bienvenida. Los dos mandatarios se dirigieron al despacho del Presidente y las comitivas fueron trasladadas al Salón de Recepciones.

Durante la estancia del Papa Francisco en Palacio Nacional se llevó a cabo la firma de la fotografía oficial, el intercambio de regalos, así como un recorrido por las instalaciones, durante el cual el Santo Padre pudo observar los murales de Diego Rivera y comentarlos con el presidente de la nación.

Enrique Peña Nieto fue el primero en dirigir un mensaje a los asistentes. “Es un día de entusiasmo y alegría para los mexicanos, el pueblo de México está emocionado porque usted ya está aquí con nosotros”. Aseguró que su visita evidencia las buenas relaciones que existen entre México y El Vaticano, así como el compromiso de solidaridad que existe en el país. “Usted ha convocado una fe que salta a la calle”, continuó el presidente. “En México será testigo de esta fe, verá a millones de personas de bien, honestas y trabajadoras, que en su día a día practican una vida de principios”.

El Papa Francisco tomó la palabra una vez concluida la intervención del presidente de México. “Hoy vengo como misionero de misericordia y paz pero también como hijo que quiere rendir homenaje a su madre, la Virgen de Guadalupe, y dejarse mirar por ella”. Expresó su deseo de reunirse con el pueblo mexicano “en sus múltiples expresiones y en las más diversas situaciones que le toca vivir”.

El Papa Francisco también señaló que les corresponde a los dirigentes de la vida social, cultural y política trabajar para ofrecer a los ciudadanos la oportunidad de ser dignos en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, pero también les corresponde a los ciudadanos “una urgente formación de responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro”. Alrededor de las 11:00 el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera de Peña, despidieron al Papa Francisco en la Puerta de Honor de Palacio Nacional, quien inició su recorrido en vehículo descubierto por la explanada del Zócalo.